El País/Milenio
Apenas un mes después del accidente en el Atlántico, donde murieron 228 personas, la mayoría de nacionalidad francesa, París ha amanecido hoy con otro siniestro aéreo.
Un chica de 14 años podría ser el único superviviente del accidente del Airbus 310-300 de la aerolínea estatal yemení Yemen Airways, en el que viajaban 153 personas y que se estrelló anoche en aguas de las islas Comoras, en el océano Índico, según informó un responsable de la compañía. Sin embargo, fuentes francesas que cita el diario Le Monde sostienen que se trata una adolecente de 14 años.
El portavoz de las autoridades de aviación civil en Yemen, Mohammed Abdulkadir, había hablado antes de un niño de cinco años.
Según informaciones no confirmadas aún oficialmente, la muchacha llevaba un chaleco salvavidas, así como los dos cadáveres que se han podido sacar ya del mar. La niña fue rescatada por uno de los botes que buscaban los restos del avión en el océano, frente a la capital, Moroni.
El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, ha confirmado que un total de 66 ciudadanos franceses viajaban en el avión yemení. En una declaración, el jefe de la diplomacia francesa ha transmitido sus condolencias a los allegados de las víctimas y ha recordado que Francia ha enviado al lugar del accidente "medios aéreos y marítimos" para ayudar en las labores de búsqueda.
"Un médico del hospital militar a bordo de uno de los barcos de rescate llamó al hospital de Mitsamiouli para decirles que habían rescatado con vida a un niño", ha explicado a Reuters Halidi Ahmed Abdou, un doctor del centro médico abierto para los supervivientes del accidente.
Según ha informado en rueda de prensa el vicepresidente de la aviación civil yemení, Mohamed Abdelrahman Abdelqader, los equipos de rescate yemeníes han encontrado varios cadáveres del avión, que transportaba a 142 pasajeros y 11 tripulantes. El ministro de Transporte francés, Dominique Bussereau, ha dicho en declaraciones a Europe 1 radio que "no hay nada que hacer con el avión".
El aparato había salido de Saná (Yemen) a las 18.45 hora local (15.45 GMT), proveniente de París, en el vuelo IY-626, rumbo a las islas Comoras, situadas entre Madagascar y Mozambique, pero con una escala en Yemén. Desde allí partió a Moroni, capital de la isla principal del archipiélago. El avión perdió el contacto con la torre de control a la 01.51 hora local (22.51 GMT), cuando se preparaba para el aterrizaje a tan solo 30 minutos de la ciudad del archipiélago.
Todavía se desconocen las causas del siniestro pero, según fuentes oficiales yemeníes, una fuerte tormenta y vientos de 61 kilómetros por hora arreciaban en el momento del accidente. Según el ministro de Transportes francés, al avión se le habían detectado fallos durante distintas inspecciones en Francia en el año 2007, y que la compañía se encontraba por ello en la lista negra. Poco después, el ministro de transportes de Yemen, Jaled Ibrahim al Wazir, ha afirmado que el aparato fue sometido a una "inspección integral" el pasado mes de mayo bajo la supervisión de Airbus, por lo que "estaba acorde con las normas internacionales".
La Unión Europea ha solicitado la elaboración de una lista mundial única de compañías que no son seguras para proteger a los pasajeros.
El archipiélago de las Comoras está formado por tres pequeñas islas volcánicas, Gran Comora, Mohéli y Anjouan, situadas en el canal de Mozambique, a 300 kilómetros al noroeste de Madagascar y a una distancia similar de la costa africana.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, se mostró consternado por el accidente, informó su portavoz en París. El Airbus, que volaba de Saná, la capital de Yemen, a las Comores, llevaba a varios pasajeros que habían abordado el avión en Marsella, procedentes de París. El Ministerio de Exteriores galo informó que 66 ciudadanos franceses estaban a bordo del avión.
Además, Sarkozy ordenó al Ejército francés que haga todo lo posible para ayudar en las labores de rescate. Entre tanto, un avión militar del tipo Transall ha llegado ya a Moroni. Un portavoz de la prefectura de la isla francesa Reunion señaló que a bordo hay tres médicos y dos psicólogos. Otros dos aviones militares están de camino.
La compañía yemení estaba bajo observación de las autoridades francesas. La aeronave, de unos 20 años de antigüedad, mostró varias carencias durante una revisión en 2007, aseguró el secretario de Estado para Transporte francés, Dominique Bussereau, al canal de televisión i-télé.
"La compañía no estaba en la lista negra, pero la teníamos en observación. Debía ser evaluada próximamente por un comité de seguridad de la Unión Europea", indicó Bussereau.
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