El Presidente chino, Hu Jintao, y el presidente del Comité Olímpico Internacional Jacques Rogge precidieron la ceremonia en el Estadio Nacional.
Tras la presentación de las máximas autoridades presentes en el 'Nido', se escuchó de manera respetuosa el himno nacional chino con la bandera asiática en todo lo alto, misma que subió 51 veces durante los días de competencia.
La luz del Estadio se apagó de manera súbita y el centro del campo se iluminó con la presencia de los 'tambores celestiales', compuestos por cientos de músicos y bailarines que armaron un círculo e hicieron danzar a todos los presentes con sus coreografías.
Con dos enormes tambores que flotaban en medio del 'Nido', los danzantes dieron pie a una nueva explosión de fuegos artificiales, el preludio de una gran ceremonia.
La figuras que realizaban los cientos de bailarines coordinados de forma perfecta dejaron claro que la clausura tenía que ser excelente y espectacular.
Por México, la clavadista y medallista de bronce en plataforma sincronizada de 10 metros, Tatiana Ortiz, tuvo el honor de ser la portadora del Lábaro Patrio ya que Paola Espinoza se sentía indispuesta.
Después una gran puerta se abrió para que una 'ola' de atletas de todos los países ingresaran al campo del 'Nido de Pájaro', todos juntos y unidos para ser los últimos invitados a la ceremonia y ser testigos de la entrega de la última medalla, la del maratón.
El ganador del maratón Samuel Wanjiru de Kenia, un joven atleta de 21 años, quien marcó un crono de 2 horas, 6 minutos y 32 segundos, nuevo récord olímpico, fue ovacionado por más de 80 mil aficionados cuando la última medalla de estos Juegos fue entregada.
El escenario fue espectacular para la entrega de esta presea, el marroquí Jaouad Gharib, medalla de plata, y el etiope Tsegay Kebede, completaron el histórico podio.
Tras la entrega de las preseas, decenas de atletas comenzaron a 'premiar' a los voluntarios de los Juegos de Beijing, esos héores invisibles que fueron parte medular para que los eventos se desarrollaran de manera satisfactoria, al entregarles ramos de flores bajo el sonoro aplauso de los presentes.
Posteriormente Boris Johnson, alcalde de Londres, recibió la bandera olímpica como nuevos organizadores de los Juegos en 2012.
La flama olímpica del pebetero del Estadio Nacional se extinguió luego de arder durante los 16 innovidables días en los que se reaizaron los Juegos Olímpicos Beijing 2008.
Al movimiento olímpico le gusta decir que la última edición de los juegos inventados por el barón Pierre de Coubertin fue la más grande de la historia. Esta vez, esa definición podría reflejar la realidad.
Nunca como antes se combinaron logros deportivos de magnitud con un impacto social comparable al que los Juegos Olímpicos de Beijing pueden tener en la relación de China con el resto del globo. Los juegos le abrieron los ojos al mundo respecto a las nuevas realidades chinas y le mostraron los enormes cambios experimentados por este país en los últimos 20 años.
Los márgenes espeluznantes con que ganó Bolt seguramente marcarán a una generación de aficionados al deporte.
Por si esas victorias no bastasen, Bolt se apuntó un tercer oro con un relevo, nuevamente con récord mundial.
Los récords fueron precisamente una de las características de los Juegos: cayeron 43 marcas mundiales y 132 récords olímpicos.
Pero los juegos trascendieron el ámbito puramente deportivo y ayudaron a borrar la imagen del gigante dormido de China. Los visitantes y todo aquél que siguió la justa por televisión descubrieron una China que se moderniza aceleradamente y en la que comienzan a asomar hábitos consumistas como los de Occidente.
El presidente del Comité Olímpico Internacional Jacques Rogge aludió a esta situación al decir que "China aprendió acerca del mundo y el mundo aprendió acerca de China".
Y creo yo que además de mostrar su majestuosidad y su gran impetud como nación nos dejan una gran lección de desarrollo tecnológico y el código de ética tan grande que tienen para con las personas mayores.
Muy poco dejó ver Inglaterra con su presentación que me parece quedará muy corta para lo que China ofreció y creo que jamás olvidaremos al nidio del pájaro, su hermoso cubo y sus grandes e historicos monumentos que nos robaron el corazón.
China mostró excelencia en el desempeño de sus atletas y en la calidad de sus voluntarios, me parece que se lleva la medalla de oro como sede y será para mi como España lo fue en el 94! Inolvidable!
Cierra China majestuosamente los juegos Olimpicos
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